Y dígale, por favor,
que me alegro de
la llegada de su barco
y que le deseo bon voyage de corazón.
Pero que si se sintiese infeliz,
dígale que cierre los ojos
y diga "ardillas a las nueces".
que me alegro de
la llegada de su barco
y que le deseo bon voyage de corazón.
Pero que si se sintiese infeliz,
dígale que cierre los ojos
y diga "ardillas a las nueces".
El pecado de Cluny Brown (1946)
*
Maravilloso el final de esta joya de Lubitsch, ¡y toda la película!